Se ha dicho que El Hombre de Tiza no es simplemente otro thriller de crimen. Hay algo más en juego que es difícil de poner en evidencia, algo que te mantendrá alerta y te traerá mucho suspenso. Esta es una de esas historias donde la línea de tiempo dual realmente funcionó para mí. A pesar de que me gustaron los capítulos establecidos en 1986 un poco más, me lo pasé muy bien leyendo la historia en su totalidad. La trama y el desarrollo del personaje, los giros de la trama y la construcción de suspenso se realizan de forma excelente. Tu mente se desplaza hacia atrás y hacia adelante mientras intentas descubrir qué sucedió hace tantos años y qué está sucediendo ahora mismo. Esta tensión dual, tanto en el pasado como en el presente, hace que El Hombre de Tiza sea aún más intenso, y le resultará difícil dejarlo pasar antes de tener todas las respuestas. ¡Un excelente debut!
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