Este es uno de esos libros que una vez lo empiezas no puedes soltarlo hasta haberlo acabado. Está narrado en dos líneas temporales y en primera persona por su protagonista. Al principio me recordó muchísimo a IT de Stephen King, pandilla de niños que les sucede algo traumático en su infancia y tras treinta años vuelven a reencontrarse para "rememorar" algo del pasado. Justo en esa pandilla de niños, solo hay una única chica que también me recordó mucho a Beverly de IT. Hasta ahí las coincidencias porque la trama en sí no tiene nada que ver. Me ha gustado mucho la figura del hombre de tiza, me ha parecido un elemento muy curioso. Es un libro de ágil lectura y con un misterio que es bastante original. Y cuando llegas a las páginas finales..una sorpresa que no esperaba! Ha sido una muy buena lectura |