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Intrigante es la palabra que mejor define esta historia, lo cual al ser un thriller, le viene como anillo al dedo. Hace 30 años Ted y sus amigos (Gav el Gordo, Metal Mickey, Hoppo y Nicky) se comunicaban con un código secreto en base a dibujos de tiza hasta que un día los dibujos les llevaron a un cadáver en el bosque. 30 años después, cuando ya creía haberlo olvidado, Ted recibe una carta con un dibujo de un hombre de tiza, lo que le hace volver a quedar con los viejos amigos y rememorar todos los extraños sucesos (aparte del cadáver) que ocurrieron por aquella lejana época. Tengo que decir que no podía sacar de mi mente los niños de Stranger Things mientras leía la historia con sus bicicletas yendo de un sitio a otro (sí, todo muy estilo de las pelis juveniles de los años 80, al fin y al cabo, el pasado esta situado en 1986). Y, sí, también se parece a It, pero It es más terror y esto es un thriller de las aventuras (y desventuras) de unos chavales en el pueblo. Es un thriller que a mi me ha gustado mucho, aunque puede parecer algo lento. Recordamos toda la historia a través de la memoria de Ted y la panda de amigos de juventud, viendo como han cambiado sus vidas desde entonces y como quedaron marcados por todos los acontecimientos que tuvieron que vivir en poco tiempo. Así que todo se va cociendo a fuego lento mientras el pasado y el presente se entremezclan. Esto hace que quieras seguir leyendo porque ocurren varias cosas que parecen estar entrelazadas aunque no sepas cómo. Al final te descubres que no hay nadie del todo bueno (y, tal vez, tampoco del todo malo) |
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