Los encuentros de Cristina

Si ya la historia de Alicia era una sucesión de catástrofes, las vivencias de su amiga Cristina no se queda nada atrás. Madre mía, la gente tan rara que se cruza en la vida de la protagonista de Los encuentros de Cristina.
La verdad es que me lo he pasado pipa con los avatares de esta doctora porque nada más empezar el libro, Lighling Tucker me hizo reír imaginándome las distintas escenas que se suceden en ese avión rumbo a Estados Unidos. Y así ha seguido a lo largo de las páginas de la novela, con lo que si estáis un poco desganados, os servirá de terapia para volver a reír con ganas porque lo de Alicia y su amiga es de traca.
Además, Payton era uno de mis personajes favoritos en el primer libro y ahora tiene un papel destacado, je, je.
La forma que la autora tiene de narrar es muy amena, como siempre, con lo que los buenos ratos están asegurados. Desde luego, ha sido el colofón ideal para los personajes que conocimos en Las catástrofes de Alicia.