Lo que hay

Sara Torres escribe con una sensibilidad abrumadora. Sus palabras son como arrullos, como caricias que te enternecen el corazón, pero que, a la vez, lo arañan y te dejan con todas las sensaciones a flor de piel.

La protagonista de este libro se enfrenta a dos duelos paralelos: el de la muerte de su madre y el de un amor que tiene que dejar de ser, a pesar de no haber dejado de existir.

Este es un libro que está escrito desde el cuidado, desde la importancia de los vínculos. La escritura de Sara Torres descansa en los pequeños detalles, es una escritura táctil, rugosa, suave y dulce, dolorosa y luminosa a la vez. Lo pequeño aquí se torna muy grande, esas sensaciones fugaces, esos recuerdos de cosas mundanas que, en la memoria, adquieren gran importancia.

La ambivalencia de la figura materna, que en vida fue, a veces cruel, otras veces refugio, pero que en su muerte es un amor que lo ocupa todo.

La ambivalencia del amor y del deseo, que crece y se expande, a pesar de que queramos ponerle puertas o de que lleguemos a compromisos para no romper aquello que queremos.

El luto por algo que no pudo ser. La necesidad del tacto, de las otras, cerca, siempre cerca, presentes. El dolor de la ausencia, del silencio.

Este libro es todo eso, es ser una mujer joven navegando el mundo, intentando que su sensibilidad sea su bandera. Intentando vincularse con lo que tiene alrededor, siempre desde la ternura. Es una cronica de la enfermedad vista desde los ojos de una hija. Es un viaje por un universo absolutamente femenino, donde las mujeres son genealogía, deseo y amor; pero también carencia y pérdida.

Este libro me ha atravesado como un rayo, me ha abrazado y me ha acompañado, me ha dado lenguaje para nombrar y me ha dado fuerzas para agarrarme a la dulzura. ❤

"Tengo un desinterés total por todo lo que no sea la ternura."