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Esta maravilla de Sara Torres se lee como un canto honesto a las relaciones, con una misma y con las demás, y representa a mi modo de ver un ejercicio profundo de autoconocimiento. Detecto buenas dosis de valentía para aceptar y aceptarse, aparecen muchas pinceladas de belleza en la asunción de lo que somos y de lo que sentimos, sin cuestionamientos, aunque arrastrando culpas y, al mismo tiempo, revolviéndose desde un sentimiento de injusticia hacia esta sociedad nuestra patriarcal y capitalista. El cuerpo de la mujer y sus múltiples visiones, interpretaciones y modos de ser y de estar. El peso del duelo, nuevo e inesperado prisma desde el que se interpreta nuestra vida. La relación con una madre. La forma de entender las relaciones de pareja, las relaciones amorosas entre mujeres. Todos, temas fundamentales que, entrelazados, componen una obra esencial. Creo que Sara Torres es « una Annie Ernaux » en el punto de partida respecto de la escritura, y lo digo con la máxima admiración. |
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