Corazón de mariposa

«Me pidieron que bajara del tren cuando ya estaba en marcha y era demasiado tarde»

No importan las veces que nos caigamos ni las piedras que encontraremos en el camino; siempre, como una trampa ineludible, estará esperándonos un argumento que nos permita apartar todo nuestro dolor y seguir viviendo.

Si hay algo que quieras, si hay algo que pueda hacer, sólo Llámame y mandaré un montón de amor de mi para ti.

«Es tan difícil fingir estar bien»

«—¿Acaso no confías en mí?

—En ti, sí; en tu enfermedad, no»

«—Te ha salvado la vida -repone con cuidado, cómo saboreando cada sílaba que se escapa de sus labios- ¿Y tú dices que no eres una suicida?»

«Coge esas alas rotas y aprende a volar»

Da igual que esté en mi peso, por debajo o por encima de él; para ella siempre seré esa carga anoréxica, esa chica estúpida que cogió un martilllo y rompió uno a uno sus huesos para ser más etérea que el aire.

Nadie podrá visitarme en el cielo, nadie me obligará a comer, nadie intentará curarme y yo, al fin, seré feliz.

Dicen que estamos enfermas, que tenemos una percepción distorsionada de la realidad, que somos unas chicas con problemas. Pero, ¿sabéis que? Yo no veo nada de eso. Miro a mi alrededor y solo hay niñas asustadas del mundo y de sus propios sentimientos.