Un libro tan breve como bellamente escrito, que me ha obligado a mirar por la ventana en el momento indicado, que me ha obligado a escuchar la conversación de los pasajeros que iban en el asiento contiguo y a hacerme la dormida en mi estación para poder escuchar el final. No importa el argumento, aunque muchos lo criticarán, sino que el modo en el que está escrito es arte puro. |