En este breve cuento o parábola de Lev Tolstói, se nos narra la codiciosa historia del campesino Pajom: cuanta más tierra tiene, más necesita. A sus tierras siempre acuden mercaderes o comerciantes, diciéndole que de donde ellos vienen, hay una gran y fructífera cantidad de tierras, siempre de más dimensiones y a menos precio que pagar, que las que tiene en esos momentos Pajom. El campesino siempre sucumbe ante más riqueza y más prosperidad, cuando un comerciante le comunica que los habitantes de una lejana región, los bashkirios, le ofrecen tanta tierra como pueda recorrer en un día y su azadón pueda abarcar, sólo que hay una terrible condición... que demostrará al lector hasta qué niveles insospechados se pueden llevar la ambición y la codicia. Es un relato breve pero intenso, en el que se plasma a la perfección el carácter apasionado e intolerable de Pajom. El final se podría decir que es predecible, porque ciertamente lo es, pero nos deja una moraleja: Siempre se va a estar más descontento de lo que no se tiene, que satisfecho de lo que se tiene. Recomiendo este cuento, porque os va a hacer reflexionar, y parar a pensar: ¿Cuánta tierra necesita un hombre? |