¿Es este el destino de una mujer?, pensaba Ana, ¿poner el cuerpo a disposición de un niño de pecho y luego del marido? Uno detrás de otro, ¡siempre!Pero ¿dónde está mi vida? ¿Dónde está mi yo?
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¿Es este el destino de una mujer?, pensaba Ana, ¿poner el cuerpo a disposición de un niño de pecho y luego del marido? Uno detrás de otro, ¡siempre!Pero ¿dónde está mi vida? ¿Dónde está mi yo?
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"Él no necesita nada ni a nadie: ni a los niños ni a mí. De nuestra vida no le interesa nada en absoluto. Solo me necesita como un objeto, para que su amor propio no se vea ofendido. ¡Sí, yo soy su esposa! Que nadie se atreva a dirigirle la palabra..."
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"¿Es este el destino de la mujer?, pensaba Ana. ¿Poner el cuerpo a disposición de un niño de pecho y luego del marido? Uno detrás de otro, ¡siempre! Pero ¿dónde está mi vida? ¿Dónde está mi yo? ¿Ese auténtico yo que una vez aspiró a elevarse y a servir a Dios y a sus propios ideales? Rendida, exhausta, sucumbo. No tengo una vida propia, ni terrena ni espiritual. Y, sin embargo, Dios me lo ha dado todo: salud, fuerza, talento... e incluso felicidad. ¿Por qué, pues, me siento tan infeliz?"
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises