No dejar que se apague el fuego

Había disfrutado mucho lecturas anteriores como "Pequeñas desgracias sin importancia" y de nuevo me he reencontrado con el estilo que tanto me gusta de Miriam Toews.

Mujeres llegadas al límite con sus frustaciones y anhelos, Elvira ya marca camino, la abuela de la protagonista Swiv. Lo marca como muchas mujeres lo han hecho, intentando encontrar su lugar en el mundo y no dejando que la pisoteen. Pero ese carácter y determinación que han sido su seña, lo sigue siendo al final de su camino.

A raíz de que expulsen a su nieta del colegio, Elvira asume como siempre la situación y se plantea la educación de su nieta como algo diferente a lo que pueden aportar hoy en día los métodos reglados de enseñanza. Darle un motivo y canalizar esa frustación y esa ira en conseguir lo mejor de ella.

Con una familia viviendo cambios drásticos, ya que su hija está en el último tramo del embarazo, nos presenta ese apoyo, ese nexo común que debe de ser un hogar, ese lugar seguro y de refugio en el que se apoyen y saquen adelante sus vidas.

Si habéis disfrutado a Miriam Toews, lo volveréis a hacer con esta novela.