 |
“Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás.” Con estas duras palabras empieza El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, de Tatiana Tibuleac, una escritora moldava afincada en París. No quiero desvelar demasiados detalles de la trama, aunque creo que si leéis la sinopsis del libro ya lo sabréis todo. Así que si queréis leerlo porque, como a mí, os ha llamado la atención ese título tan bonito y además os han hablado muy bien de él, intentad no leer mucho de qué va. Aún así, yo lo sabía y no me estropeó para nada la lectura. La novela cuenta el verano que pasó Aleksy con su madre en un pueblecito francés cuando era adolescente. Como veis en la primera frase del libro, Aleksy odia a su madre con toda el alma. Dice cosas durísimas sobre ella y esto también llama mucho la atención y dan ganas de saber de dónde viene tanto odio. A lo largo de la trama vamos entendiendo mejor la relación entre ellos dos, vamos viendo su evolución y sobre todo acabamos encariñándonos de Aleksy, un personaje que, al principio, produce bastante rechazo y antipatía. También se entremezcla el pasado con el presente, creando un ambiente de nostalgia. El libro está muy bien escrito, hay muchas frases preciosas y no decae en ningún momento: la historia es muy dura y está relatada con mucha crudeza, pero también con mucho sentimiento. Conforme iba avanzando en la lectura, se me iba haciendo un nudo en la garganta. Creo que es una lectura que te remueve cosas por dentro y no se debe leer si se está viviendo un momento difícil. Es una novela que habla de las relaciones materno-filiales, del dolor, la pérdida, el amor... De momento, es una de mis mejores lecturas del año. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
>
