Uno pensaría que a una madre no le caben defectos, que criticar a una madre con crudeza, desprecio es imposible, ¿Quién escribiría algo así? Aquí está, esta historia habla con extrema rudeza de la relación de un hijo y una madre, que no se entendieron, que no se conocieron, pero que tuvieron una última oportunidad, un último verano, que los unió para siempre, que los sano y los libero del odio, la traición, la perdida y el abandono, es una cruel historia que te atrapa y te lleva a través de los recuerdos del protagonista, nos recuerda que atrás de cada decisión hay una historia, una historia que depende como sea contada nos convierte en víctimas o victimarios. |