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Este libro te succiona y te engulle en un pozo del que no puedes salir fácilmente. Una vez empiezas, no puedes parar. Es imposible. Me ha parecido una historia tan real y a la vez tan cruda y dura que impresiona que existan vidas así de desgraciadas. Aleksy es un chico que nos cuenta, a modo de relatos personales, cómo está viviendo en concreto un verano con su madre (la de los ojos verdes) especialmente importante en su vida. Lo conoceremos de adolescente pero también de adulto, ya que nos va relatando sus vivencias personales en pasado, presente y futuro. El uso del espacio y el tiempo en este libro es perfecto y nos prepara para una historia impactante de la que no te das cuenta hasta que te explota en la cara. Los personajes están muy bien definidos y retratados pero sobre todo, lo que llama poderosamente la atención son los sentimientos de estos mismos (sobre todo del protagonista ya que lo leemos a través de sus pensamientos) descritos tan lentos, reales y crudos que impactan en el lector. Es una historia de amor, de dolor, de sufrimiento y de soledad, siempre de soledad. Nos habla de las relaciones sentimentales y lo complicado que es mantenerlas en buen estado. Nos habla de salud mental, de lo poco que se conoce o lo mucho que se evita. de los medios accesibles para tratar esto y lo ineficaces que son. Y sobre todo, nos habla de personas rotas de las que está llena esta sociedad y lo difícil que supone gestionar situaciones complicadas en la vida. |
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