Se necesitan finales para principios, siempre, así que ¿Por qué no invertir el orden y empezar por el final? Por la boda. ¡A lo grande! Con champán, tarta nupcial y "Can't help falling in love" como música de fondo. Y ahora que sabemos el final podemos ocuparnos de lo importante, disfrutar del camino que recorren Winter y Jean Pierre, dos personajes que no me podrían gustar más. |