A Lidia le acaban de comunicar la peor de las noticias, debe marcharse al pueblo de Cisneros del Valle , más conocido por ella como "Gañalandia", por motivos laborales de su padre . Como toda adolescente, trasladarse obligada y abandonar a sus amigas de la capital, para empezar de cero es todo un calvario, que dejará bien claro a todo el mundo desde el minuto cero. Odia el pueblo y odia su vida. La vida en el pueblo dicta mucho de su estancia en Madrid, si se tiene en cuenta que en el pueblo no conoce casi a nadie. Enrique, es una de las pocas personas que con su corazoncito se irá ganando a Lidia. Durante las fiestas del pueblo, se adentra en una gruta que la transportará a un lugar mágico Ildril, lleno de hadas y elfos donde ella es la princesa heredera. Pero, ¿Porqué nunca conoció a su verdadera madre? Saber los motivos pondrá en una gran tesitura a Lidia. Dos mundos y dos vidas diferentes, donde Lidia deberá escoger. ¿Vivir siendo la heredera con tu verdadera madre, en un mundo totalmente desconocido y lleno de magia? O tal vez, ¿Regresar al mundo real, donde tan solo es una chica normal con sus inseguridades pero con Kike a su lado? Una primera parte que me ha dejado con ganas de muchísimo más. Dos mundos bien diferenciados pero con sus más y sus menos. Gracias Elena por este inicio de saga |