Utilizada para cumplir con varios retos literarios (52 week book club, Retopata) y tras haber oído muchos comentarios sobre ella, la tomé con ganas, pero el cambio continuo de punto de vista, al alternar entre las componentes del club que da nombre a la novela, hizo que, al retomar su lectura tras cada pausa, me sintiera confundida y perdiera el hilo argumental que unía las diversas crónicas. El lenguaje empleado es bonito y eso ha permitido que terminara la lectura con buena sensación, pero con la impresión de haberme perdido algo...
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