“El bosque en silencio” es la ópera prima de la periodista y escritora hispano-suiza Mónica Subietas, en la cual presenta una historia de suspense con una interesante base histórica acerca del profundo impacto que el pasado puede tener en el presente y las devastadoras consecuencias que puede traer consigo la falta de comunicación. Suiza, 1942: tras el cierre de sus fronteras, Herman Messmer ayuda a un judío que busca reencontrarse con su familia a entrar de manera ilegal en el país, pero un accidente hace que el hombre desaparezca, dejando únicamente un bastón que esconde en su interior un pequeño lienzo, “Waldinneres”, un paisaje forestal pintado por Gustav Klimt. Setenta años después, el intento de asesinato de un pintor y el hallazgo por parte de Gottfried Messmer, el hijo de Hermann, del bastón y el lienzo en una caja de seguridad de un banco suizo, llevarán a este a indagar acerca de su pasado familiar al tiempo que busca al dueño legítimo del cuadro. Uno de los aspectos que más llamó mi atención a la hora de leer la novela fue el trasfondo histórico que aborda, ya que lo desconocía por completo. Suiza, en teoría neutral durante la Segunda Guerra Mundial, cerró sus fronteras a los refugiados judíos que huían del nazismo entre 1942 y 1944. Algunos desafiaron dicha prohibición ayudándolos a entrar ilegalmente, jugándose sus propias vidas y siendo posteriormente aislados y señalados por ir en contra de la neutralidad del país. Este hecho sirve como punto de partida de una historia acerca del expolio artístico durante la guerra y el posterior comercio y tráfico del mismo, de las cuentas durmientes en bancos suizos, de lealtad y traición, y de la importancia de hacer las paces con el pasado. Esto último está representado sobre todo en el personaje de Gottfried, quien deberá bucear en su propio pasado y el de su padre para permitirle descubrir quién era realmente. La trama abarca siete décadas, por lo que la historia tiene un marcado carácter coral, y en ella cobran especial importancia las relaciones humanas y los dilemas morales a los que se enfrentan los personajes. Subietas combina varios hilos narrativos desde la perspectiva de cada uno de sus protagonistas en tres partes bien diferenciadas: Presente, Pasado y Futuro. Estos saltos temporales dan fluidez a la historia y hacen que el lector se pueda ir formando su propia teoría acerca de lo ocurrido. Una narración muy visual, capítulos cortos y una pluma que engancha hacen de “El bosque en silencio” una lectura fácil que atrapa desde las primeras páginas. Aunque al llegar al final, tanto la trama principal como las subtramas quedan cerradas, en mi opinión algunas merecían haber sido desarrolladas un poco más. Así mismo, las distintas subtramas (el saqueo artístico por parte de los nazis, la fuga de los judíos, relaciones familiares complejas o un par de historias de amor) discurren de forma paralela a lo largo de la historia, interconectándose todas ellas en el desenlace, pero requiriendo para ello de demasiadas coincidencias que no sé hasta qué punto resultan creíbles del todo. Con apenas 250 páginas, se me hizo demasiado corto como para poder llegar a conocer realmente a los personajes, especialmente los de la línea temporal del pasado. Son personajes con claroscuros de los que apenas tenemos algunas pinceladas y que, de haber sido desarrollados algo más, hubiesen dotado a la historia de mayor profundidad, ya que el tema que trata es realmente interesante. Lectura amena y entretenida y que me ha servido para descubrir una autora a la que seguir la pista a partir de ahora. + Leer más |