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Esta novela la estaba dejando pasar desde hace tiempo porque me daba la sensación que iba a ser una lectura pesada, pero me animé y no podría estar más encantada con este libro. Aunque es una novela mundialmente conocida y de gran éxito con cientos de reboots e interpretaciones de este personaje, en su momento de publicación en la época victoriana no fue tan popular, pero con el paso de los años se ha convertido en un mito fundamental de la cultura contemporánea. Todo comienza con el viaje de Jonathan Harker al castillo de Drácula en Transilvania, debido a un encargo que el misterioso conde deja al socio de Jonathan, el señor Hawkins. Tras muchas advertencias de los lugareños y supersticiones que llenan su camino llega al misterioso castillo, con cuya estancia descubrirá que hay algo de verdad en las maldiciones que cuentan. El libro se desarrolla en primera persona a través de las vivencias escritas por los personajes Jonathan Harker, Mina Harker, Lucy Westenra, Dr Seward y el Dr van helsing, en forma de diario. Eso es una de las cosas que más me ha atraído de esta novela, pues permite plasmar mejor lo que sienten cada uno de ellos a lo largo del libro, y aunque el conde no sale como un personaje como tal, salvo en contadas ocasiones, siempre lo tienes muy presente a lo largo de la novela, lo que le da ese halo de misterio que en ningún momento desaparece a lo largo de la historia. En definitiva considero que es uno de los clásicos por excelencia del mes de octubre y como su personaje Drácula seguro que perdurará a lo largo del tiempo. |
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