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¡Qué podemos decir de un gran clásico de la literatura de terror! A pesar de conocer a grandes rasgos la historia del conde Dracula, vampiro mil veces plasmado en el cine y la literatura popular, tenía mucho interés en conocer la historia original, las raíces de un gran mito. Ya iba sobre aviso que no era el gran seductor que todos nos imaginamos aso que no me llevé sorpresas al ver su verdadera cara. La presentación de la historia de modo epistolar ha sido curiosa, pero en formato literario no es tan chocante verse rodeada de palabras... Además he podido disfrutar de esta novela en una cuidada edición de Alba editorial, con hermosas ilustraciones adecuadas al espíritu de la obra, así como una presentación ensangrentada en su portada y contrapaginas. Si debo ponerle alguna pega es el ritmo lento de lectura que ha exigido, a fin de no despistarse con los cambios de punto de vista al cambiar de narrador y observar cada detalle de sus pesquisas y recorridos...
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