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Ah qué lindo fue reencontrarme con los chicos del cuervo. Leí el primer libro allá por el 2016 y quedé fascinada con esta historia paranormal tan original que nos trajo Maggie. Y desde entonces me quedé con las ganas de seguir la saga que fui pateando hasta ahora. Y qué decirles de Los saqueadores de sueños... mi primera impresión al agarrar el libro fue que era más gordito de lo que parecía, tiene casi 500 páginas y una letra un tanto más chica de lo que esperaba, pero me llevé tremenda sorpresa al empezar la lectura que fluye tan naturalmente que ni te das cuenta cómo avanzas. Cuando estaba por la página 300 me dije "en qué momento me leí 300 páginas!?". Digamos que la historia empieza más o menos donde quedó el libro anterior. Nos imtroducen con un prólogo que habla de secretos, sueños y de la curiosa familia Lynch. Ronan tiene mucho protagoismo en esta entrega, si hasta aparece en la portaday su don es una de las cosas más geniales y originales que leí en mi vida prácticamente. Pero no todo es color de rosas para los ladrones de sueños, las pesadillas también existen y también se pueden robar sin querer. Pero qué hay de la banda? Gansey está asimilando las novedades de sus amigos: el sacrificio de Adam y lo que esto puede significar, el don de Ronan y sus particularidades. Pero cuando quiere seguir con la búsqueda de Glendower en Cabeswater se llevará una tremenda sorpresa. Como Ronan y su don tienen el protagonismo acá, aparecen nuevos villanos y antagonistas. Uno es el señor Gris, un sicario que anda buscando un objeto relacionado con los sueños, pero no es el único que busca dicho objeto. Y el otro es Kavinsky, un compañero de la escuela de los chicos que tiene fama de chico malo y problemático y que empieza a jugar cierto juego con Ronan donde abundan las indirectas, las segundas intenciones y hasta un coqueteo extraño y peligroso. Por el lado de Blue... Blue sigue con su maldición a cuestas, la de que si besa a su amor verdadero éste morirá. Esto resiente su relación con Adam, al que no le dice la verdad hasta que es demasiado tarde. También trata de convencerse de que el chico al que quiere es Adam y no Gansey sin mucho éxito, no engañas a nadie Blue! Y otro tanto pasa con Gansey en este asunto... es un romance cantado el de ellos, pero uno maldito e imposible y eso nos hace sufrir y suspirar a la vez. En cuanto a Adam... tengo un re soft spot por Adam. Por un lado me embola que sea tan terco y orgulloso pero por otro me da lástima, lo entiendo y lo adoro por eso. Sin embargo sufro mucho por Adam, pero cada tanto me da algunas sorpresas aunque me gustaría que lo dejen de hacer sufrir tanto. Y quiero ver cómo se irá desarrollando el asunto de su sacrificio y unión al bosque. Y nos queda Noah... Noah es el personaje intermitente, aparece y desaparece a cada rato por las condiciones del bosque y la linea ley. Pero las veces que aparece nos roba risas, sustos, adoración. Noah es lejos mi personaje favorito, lo adoro demasiado. Y luego están las brujas... adoro la dinámica en la casa de Blue. Esa conexión y los dones de estas mujeres. Me gusta cómo ayudan o protegen al Gangsey, la sabiduría que tienen, sus excentridades y juegos. El Hombre Gris pasa unos momentos inesperadanente geniales con estas mujeres, y ahí es donde le terminé agarrando cariño a este antagonista. Qué más decirles... adoré la historia, no me pareció tan lenta como la anterior y van pasando cosas más o menos importantes a lo largo de todo el libro. Lo más llamativo que descubrimos en este libro está relacionado con Ronan y su familia y algunas cosas sobre Adam. Y el final... ah Maggie tiene la manía de dejarnos con una fracesita final que se nos imprime en el cerebro dándonos mucho qué pensar y armando teorías sobre lo que vendrá. |
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