La isla del tesoro

El libro es muy bueno. El autor con su narrativa consigue atrapar fácilmente al lector. Con su lectura vivirás aventuras con piratas, rebeliones en barcos, tesoros, etc. Pero aparte de ser un libro de aventuras, Stevenson profundiza respecto a la dualidad moral sobre el bien y el mal, enfrentando a personajes con valores completamente opuestos. El pirata Israel Hands (uno de los antagonistas) justifica así esta desviación y decadencia de la moral: —Durante treinta largos años he recorrido los mares, durante treinta años he visto bueno y malo, mejor y peor, tiempo hermoso y horrendas tempestades; víveres escasos á bordo; agua casi agotada, y zafarranchos y rebeliones, y luchas, y muertes, y abordajes... ¡oh! ¡tantas cosas!... Pues bien, lo único que no he visto en esos treinta años es que lo bueno produzca nada bueno. El que pega primero es el afortunado y nada más. Los muertos no muerden, Jim; esa es mi opinión, esa es mi fe, y así sea... — También descubriremos al inolvidable John Silver, un personaje muy carismático, que nos enseñará a no fiarnos de nadie, por que a veces, nada es lo que parece