Las uvas de la ira

Fue una obra muy polémica en el momento de su publicación, y resultó profundamente transgresora en su época, recomendable, es un clásico de la literatura del siglo XX que creo que todos debemos leer alguna vez en nuestra vida.Libro muy duro, pero lamentablemente muy actual, me han impactado los paralelismos de algunas situaciones: los bancos y grandes corporaciones desahuciando a los pequeños propietarios, os suena?Escrito con un realismo que roza el periodismo, el libro es una patada en el hígado de nuestras conciencias, los personajes y las situaciones son descritos con minuciosidad y logra que nos integremos con una historia tan lejana geográfica y culturalmente a nosotros.Como punto en contra sólo se me ocurre decir que el ritmo de narración y el estilo puede hacerse un poco pesado, se nota un poco la intención moralizadora o adoctrinadora del autor cosa que puede molestar a algunos lectores.También decir que si se busca leer como evasión este NO es el libro adecuado, no esperéis diversión con esta lectura, aunque para mí el placer de disfrutar de un buen libro es ya una diversión independientemente de los sentimientos que te provoque la historia. Está ambientada en la década de 1930, cuando Estados Unidos sufre una gran crisis económica tras el crack del 29. Describe el proceso por el cual los pequeños productores agrícolas son expulsados de sus tierras al no poder hacer frente a los préstamos bancarios y a la pobreza de sus tierras, también la codicia de las grandes corporaciones que buscaban concentrar la tierra para dedicarla a otros cultivos más rentables. Estas familias se ven obligadas a emigrar a California donde el tipo de agricultura requiere mano de obra durante la cosecha. Allí en California se encontraran con el desprecio, la explotación y la humillación sufrida por todo inmigrante pobre y desesperado.Steinbeck exalta los valores de la justicia y la dignidad humana en una Norteamérica que vive una etapa de profunda injusticia económica y política.Curiosamente, tachado de procomunista en los oscuros años 50, lo que más resalta en esta obra es la reivindicación de los principios fundacionales de los USA: familia, comunidad, solidaridad y propiedad privada, entendiendo como ella la propiedad en manos del que la trabaja y vive de ella.