 |
«No es bueno querer tanto una cosa» Una fuerte crítica a la colonización, al imperialismo, marcando las diferencias de clase, la opresión en la que vivían, pero hay algo más, la desculturización, van perdiendo sus orígenes, sus raíces, las enseñanzas de los mayores, todos esos conocimientos básicos trasmitidos por generaciones se ponen en tela de juicio por los conocimientos de un médico que ostenta un título y calza una mezquindad asombrosa. "Un remedio bueno como cualquier otro..., pero este remedio carecía de autoría porque era sencillo y no costaba nada", interesante reflexión, muy actual, ¿o no? Se van adaptando a una cultura que no es la suya, con la perla tienen la necesidad de formalizar sus lazos bajo ritos religiosos que no son los de sus abuelos ni tatarabuelos. La perla habla del proceso de cambio no solo de nuestro protagonista, también de los dos representantes de esa colonización, el cura y el médico, de como una cultura dominante se impone. Una perla tan hermosa trae una canción maligna, la codicia y la envidia, la destrucción de una familia. "Toda clase de gente se interesó por Kino: gente con cosas que vender y gente con favores que pedir", ¿qué sucede cuando no sacias los intereses de todos esos que hasta ahora ni te miraban? "La noticia removió algo infinitamente negro y maligno en el pueblo". Una historia que deja al lector un sabor agridulce, un hombre que solo desea darle lo mejor a su hijo, debe de renunciar a todos esos sueños por su seguridad. En cien páginas un relato que te hace sentir desde la alegría, hasta la rabia, pasando por la impotencia, cada detalle cuenta. Los mendigos grandes expertos en análisis financieros, tasando a Kino y Juana de miserables, conocedores de los trapos sucios de todos los beatos. Muy, muy recomendable. |
>
