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Jackob y Emmanuelle se han conocido en un campo de concentración, donde al perder a toda su familia, tienen que apoyarse el uno en el otro. Pronto encuentran consuelo y esperanza al ser liberados de esa pesadilla. Comienzan su nuevo vida en Estados Unidos, huyendo de los horrores que han vivido en Europa. Conoceremos cómo esta pareja hace que su vida cambie a mejor y sobre todo cómo consiguen formar una familia. Seguiremos también los pasos de Max, su hijo, al que conoceremos desde su niñez hasta su madurez. Este libro me ha emocionado de principio a fin. La delicadeza de la autora al describir lugares o situaciones ha sido lo mejor. Me gusta cómo se han desarrollado las personalidades de los personajes, sobre todo después de pasar por los horribles sucesos en un campo nazi. El amor y el respeto que se muestran Jackob y Emmanuelle como pareja, ha sido especial y me ha conmovido. La parte que menos me ha gustado ha sido cuando el libro se centra más en la vida de Max y menos en la pareja inicial. Por lo demás, ha sido una bonita lectura, con un gran mensaje: nunca se debe perder la esperanza ni renunciar a los sueños. |
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