Mares vacíos

Armando Solís, el autor, con este poemario nos abre su corazón y señala lo importante que es el Amor para la vida. Incluso cuando es una entelequia casi inalcanzable.
El poemario está dedicado casi en exclusiva a cantar, o llorar, las virtudes del Amor, sea del tipo que sea. Aunque, también posee un recuerdo a los duros momentos que la Naturaleza nos hace sufrir.
Así, Armando canta a su musa con la alegría de aquel que ha conseguido amar de forma pura, con el corazón por encima de la razón. Incluso cuando sabe de antemano que está condenado al fracaso. Ese amor casi más platónico que real, pero que te da la fuerza y las energías necesarias para afrontar cada nuevo día con ilusión y alegría de vivir. En definitiva, el modo de amar que te enseñan los cuentos y novelas, donde el amante es capaz de arriesgar su vida por proteger a su persona amada de todo mal y de todos los que quieran hacerle daño.
Sin embargo, también llora el otro lado que deja el desamor. E, incluso no sentirte correspondido. No obstante, cuando entona estos versos, también deja una puerta abierta a la esperanza de ver recompensadas sus tristezas, soledades, pesares y su melancolía.
En conjunto, toda la parte dedicada a narrar los caminos del Amor, tanto en su visión positiva como negativa, incluye a su vez las bendiciones de poder contar con el apoyo y comprensión de la familia y los amigos.
Después de las alabanzas dedicadas al sentimiento que mueve el corazón, y el mundo; el Amor. Da las gracias a Dios por permitirle vivirlo y sentirlo, aunque haga daño. A su manera, agradece estar vivo.
Termina su poemario, tanto literalmente como la división que se puede hacer de la temática de sus versos, con un recuerdo del devastador huracán Otis, el cual arrasó su localidad, Acapulco. Poniendo de relieve el poder del Amor y la Protección a la Familia y la fe en Dios para poder continuar hacia adelante.
Personalmente me ha hecho sentir lo mismo que supongo sintió el autor al escribirlo. Y tengo que decir que me ha gustado, a pesar de no ser demasiado amante de la poesía. Por eso considero que es muy recomendable.