Almendra

La novela nos cuenta la historia de Yunjae, un joven de dieciséis años genéticamente diferente: sufre de un trastorno que le impide sentir emociones y sentimientos por culpa de unas amígdalas cerebrales poco desarrolladas. Tomando como punto de partida esta curiosa premisa, la autora nos habla de la incapacidad de relacionarse en ámbitos sociales, de sentirse perdido y de la sensación de no pertenecer a ningún sitio en un mundo donde reina la intolerancia a lo diferente y la poca empatía hacia los demás.

Won-Pyung Sohn logra que nos pongamos en la piel de Yunjae, y el hecho de narrar la historia en primera persona es todo un acierto: consigue transmitirnos cómo el personaje protagonista percibe el mundo exterior en el que se siente tan ajeno. al mismo tiempo, los capítulos son muy cortos y el ritmo no decae en ningún momento durante la lectura. Los personajes secundarios también son interesantes y complementan muy bien a Yunjae. Me ha gustado mucho en especial la relación entre el protagonista y Goni. El contraste que la autora marca entre ellos está muy bien construido así como la amistad tan peculiar que nace de los dos pese a ser tan opuestos. Es en la subtrama romántica y en la resolución final donde creo que la novela flojea mayormente. La relación con el personaje femenino no fluye con naturalidad y creo que está poco desarrollada, así como esa última parte que encuentro muy cogida por pinzas. Me hubiera gustado que la autora se arriesgara con un final menos convencional.

Aún así, me ha parecido un libro muy curioso para conocer el trastorno de la alexitimia y que explora territorios que no estoy acostumbrado a encontrar en otras lecturas.