El Murmullo de Las Abejas

Cada vez que veía una reseña de este libro, me llamaba la atención, pero en cuanto leía la sinopsis y veía “historia de México”, me tiraba para atrás. Por fin me he atrevido y tengo que admitir que me ha encantado.
Está contado a dos tiempos entre el pasado y el presente, en el que un señor mayor regresa al pueblo en que nació y se crio, usando tres narradores muy diferenciados. Entre los que cuenta Francisco chico y los de Espiricueta hay un abismo. Los capítulos son muy irregulares, siendo algunos de menos de una página. La ambientación es perfecta, con las descripciones justas para no ser aburrido.
Es un libro bastante largo, de más de 500 páginas, pero que no se me ha hecho pesado, quizá gracias al cambio de protagonista. Hay muchos personajes, pero todos están perfectamente perfilados. Es increíble, pero se les coge cariño a todos (menos a uno, claro)
Simonopio es uno de esos personajes que no se olvidan, tiene tanta luz que ha traspasado las páginas para llenarme de su energía y su bondad. La parte de la pandemia me ha parecido de total actualidad, y es que no hemos aprendido nada. Según leía que la gente se saltaba el confinamiento, recordaba aquel iluminado que sacó a pasear a su perro de peluche.
La trama está muy bien hilada y la manera de contarla hace que se quiera saber más y más y no se encuentre el momento de cerrar el libro.
El contraste entre la bondad de unos y la envidia de otro es un tema recurrente en muchos capítulos, como también lo es en nuestras vidas reales, intento alejarle lo más posible de ese tipo de personas, no puedo con ellas, así que ya no hace falta decir quién ha sido el personaje que más he odiado desde el primer momento.
Recomiendo su lectura sin ninguna duda, a todo el que guste de una lectura pausada, llena de emociones y su puntito de magia.