Llegan nuevos casos para la unidad de ciencia forense en la que trabajan Mano y Sawaguchi, cada cual es más sorprendente y donde no siempre todo es lo que parece. En este tomo nos encontramos con tres casos diferentes. El primero es sobre el asesinato de una chica que aparece descuartizada en la basura. El segundo, un asesinato-suicidio donde lo que más importa es descubrir las razones y si hay alguna persona externa implicada. A raíz del tercero, una muerte natural, sabemos algo más del pasado de Mano y es donde empieza su propia venganza. El final me ha dejado con ganas de más, porque de este manga me gustan los diferentes casos y como trabajan para solventarlos, pero también quiero saber qué pasó realmente con la familia de Mano y qué va a hacer para vengarse. Quiero recalcar, como en el primer tomo, lo mucho que se aprende sobre temas forenses por lo informativo que es, y el respeto que demuestra la cultura japonesa hacia los difuntos. He visto muchas series de policías y forenses de diferentes países y en algunas los forenses actúan como robots, como si no estuvieran diseccionando a una persona, o esa victima no tuviera familia. Es un contraste enorme. Estoy con muchas ganas de seguir con este manga, así que eternamente agradecida a Kitsune por publicarlo, porque me está gustando mucho más de lo que esperaba. + Leer más |