Reconozco que se me van los ojos a las portadas más que a las contraportadas de los libros. Si hiciera lo contrario…, descubriría antes si el libro pudiera o no “entretenerme”. de ahí que los libros con portadas oscuras no me atraigan. . Una clara muestra de mi práctica errónea es este libro de Mamen Sánchez. Portada que evoca la “casa de ladrillos rojos” varias veces mencionada en la historia. Sin embargo, poco más que reseñar acerca del libro: simplemente, una portada bonita. |