La cárcel del fin del mundo. Crónicas de un encierro helado

Uno de los lugares a visitar en Ushuaia, antigua ciudad más austral del mundo (ahora parece que el título lo lleva Puerto Williams, en Chile), es su presidio, famoso por haber sido el más duro de Argentina. A él enviaban a los peores criminales de todo el país, a sufrir las inclemencias del tiempo (no en vano la ciudad es conocida como la Siberia criolla). Y fue en la misma Ushuaia donde, en una tiendita, me topé con este cómic nacional que habla de algunos de los criminales más famosos que pasaron su reclusión en esta cárcel.

La estructura del cómic se plantea a modo de entrevistas de la mano de Juan José de Soiza, un periodista de la época, a algunos de los presos más famosos del penal. Este reportero dedicó una serie de artículos a dichos individuos, y sus textos serían publicados en 1933 en la revista Caras y Caretas. Entre los criminales entrevistados tenemos por ejemplo el caso de Miguel Ernst, que en el año 1915 mató y troceó a su socio para poder tirarlo a un lago sin dejar huellas. También está el dueño de una estancia al que llamaron “Mateocho” por ser este el número de sus víctimas, entre las que se encontraban familiares y peones de la hacienda. Es curioso ver cómo en la entrevista mantiene su inocencia a pesar de que se sabe que había en juego una jugosa herencia.

Otros de los casos son los del asesino de un coronel famoso por la cantidad de muertos que dejó a su paso durante la represión de un acto obrero o el primer asesino en serie del país, el “petiso Orejudo”, con el que incluso se investigó sobre la influencia de ciertos rasgos físicos en la criminalidad.

Un cómic interesante a nivel histórico y también escabroso, que da voz y color a algunos de los que sufrieron el penal de Ushuaia. Personalmente me han gustado sobre todo el dibujo y el uso del color, muy originales.