Últimos días en Berlín

Este es uno de esos libros que cuando terminas piensas ¿Por qué no lo he leído antes? Y es que me ha parecido soberbio. Sólo había leído otro título de esta autora: La sospecha de Sofía, pero aunque me gustó, este sin duda para mi le desbanca totalmente.

¡Qué manejo de las letras, oiga! de las descripciones, los personajes, de la historia en sí misma tanto la ficcionada como la real.

Nuestro protagonista masculino Yuri Santacruz nos va a llevar desde el nombramiento como Canciller de Hitler en 1933 hasta el final del “reinado” nazi en 1945. Años de terror, de incertidumbre, de desequilibrio en toda Europa. Pero no solo conoceremos el Berlín asediado, sino que tendremos la oportunidad de conocer mucho más de la Rusia de aquella época, de como cambió la vida de sus ciudadanos y cómo se vivía el idílico comunismo desde dentro. Dos regímenes contrapuestos con más similitudes de las que les gustaría.

La trama principal se centra en Yuri de madre rusa y padre español. Afincado en Berlín tras haber pasado unos años en España después del exilio de su familia en San Petersburgo cuando no era más que un adolescente. Su sentido de la justicia le llevará a defender a un chico tildado de comunista lo que desembocará una serie de acontecimientos que irán marcando su vida.

A partir de esta trama nos iremos sumergiendo en varias subtramas que nos mantendrán muchas de ellas con el corazón en un puño.

Yuri se cruzará a lo largo de su vida con mujeres y hombres fuertes y carismáticos: Claudia, Kirsta, Villanueva, Fritz… cada uno con su vida, su mochila y sus circunstancias. Todos ellos magníficamente perfilados, con una evolución como personajes tremenda. Destacar a Krista y su madre y a Claudia que aunque quizás no sea un personaje con el que vais a sentir afinidad desde el principio, excavando en ella, recordando de donde viene, la vida que ha tenido hace más fácil ver el maravilloso personaje que es.

Está claro que las protagonistas femeninas de esta novela, Kirsta y Claudia, están hechas para gustar y no gustar respectivamente y es por eso por lo que Claudia se ha convertido en mi favorita.

El final personalmente no me ha convencido, pero se que a muchos otros lectores sí. Es un final más que correcto.

Una ambientación brutal, una documentación cuidada al milímetro y varias historias de amor que enternecerían hasta al más recio bárbaro.

Muy muy recomendable.