La sospecha de Sofía

En lo positivo, la novela aproxima al lector con acierto al periodo y ambientes asfixiantes en los que se desarrolla la trama. Leyendo me venían fogonazos de pelis de barrio con diálogos de sumisión de "caete pa tras" y también de alguna otra reciente e inquietante historia como "El espía honesto" y la recomendable serie aunque edulcorada "Deutchsland 83".

En cuanto a la trama principal, peca de inverosímil. Según mi opinión, más que personal así que no hagáis mucho caso, habría sido más creíble que la prota no lo hubiese reconocido como tal y que, por las circunstancias que se plantean en el relato, hubiera preferido hacerse la tonta.
De hecho, si nos lo planteamos con cualquiera de nuestras personas conocidas en la vida real, no cabría otra posibilidad.

Algunos personajes y subtramas se diluyen quizá por ganas de concluir. La ocupación final del personaje masculino queda muy poco trabajada cuando podría ser la idea principal de otra novela. Por otro lado y muy llamativamente, en ningún momento se plantea la búsqueda del familiar femenino extraviado quien, por cierto, tiene más vidas que un gato. Además, todo lo que hacen o dicen los personajes durante las últimas treinta páginas va cayendo en un llamativo sin sentido.

Así y todo, una novela entretenida que traza con tino la atmósfera opresiva resultante de las ideas más radicales, vengan estas de donde vengan.