No sé qué pensar de este libro porque sus capítulos no tienen ni pies ni cabeza para mí. Sin ánimo de ofender, esta novela parece que está escrita a trozos que luego han sido pegados y publicados sin antes revisar si el conjunto en sí tiene coherencia. La novela fluctúa entre el pasado y el presente. Por un lado, nos encontramos con Elisabeth, una niña que establece una bonita amistad con su vecino y, por otro lado, Elisabeth ya es adulta y visita a Daniel todos los días para hacerle compañía y leerle. Entremedias de estos capítulos, Ali Smith nos mete algunos totalmente inconexos en los que habla del conocido caso Profumo, una artista británica de la cultura del pop llamada Pauline Boty y otras escenas que pretenden reflejar un país dividido. Estoy segura de que dentro de Otoño hay que leer entre líneas y yo me he quedado en la superficie, sin ahondar más en todos esos detalles que la autora intenta transmitir y que yo no he logrado ver. Es por ello que no puedo hablar de manera positiva de este libro e incluso me siento incapaz de hacer una reseña enteramente justa. Las dos estrellas van por su originalidad, pues nunca había leído algo parecido, y por algunos extractos que realmente he disfrutado gracias a sus reflexiones y narración (algunas conversaciones entre sus protagonistas son realmente interesantes y productivas). |