La mejor voluntad

¿Podrías abandonarlo todo y vivir de forma espartana y autárquica el resto de tu vida? Cultivarías tu propio huerto. Cuidarías de los animales de tu granja, ahora sacrificando una vaca, ahora un pavo, para la mera subsistencia. Construirías tus propios muebles, a veces con maderas nobles inalcanzables para los demás. Sin dinero efectivo. Sin coche. Sin teléfono. Sin calefacción. ¿Pero qué podría ser más bello que la familia unida, abandonando sus respectivas habitaciones, para dormir acurrucados en pleno invierno al amor de la chimenea?. Si algo más fuera estrictamente necesario podrías intercambiarlo con tus lejanos vecinos, a cambio de productos o tu propio trabajo. El trueque.

Así viven Bob y Liz, creyendo haber alcanzado el Paraíso soñado. Con la llegada de su hijo Tom, deciden que lo apuntarán a la escuela y que no habrá mejor educación para él que el propio ejemplo.

Pero cuando Tom tiene siete años, un hecho violento, malévolo y perturbador, romperá la paz del Paraíso. Y, aunque, con "La mejor voluntad" intenten reconducirlo, la tensión se posa sobre la narración y los lectores sabremos, página a página, que sucederá algo irreparable.

Porque ¿basta con el ejemplo para combatir algunos sentimientos primarios? ¿Podemos, aún con ese aislamiento parcial, dejar de ser permeables a la sociedad que nos rodea?. ¿Cómo combatir, con la mejor voluntad, la fascinación, el odio o la envidia por lo que no tienes?.

La Premio Pulitzer por "Heredarás la Tierra", nos conduce de forma inexorable a todas las respuestas. Y, a pesar de la multitud de descripciones que no sobran, el carácter profundo y reflexivo de un hombre de campo, que a veces parecen excesivas para el perfil del personaje de Bob, la tensión narrativa que subyace nos lleva a un final inesperado pero esperable. Valga la contradicción.

Nuevamente la tierra, la familia, las relaciones paternofiliales, forman parte del universo de una autora que rompe, una y otra vez, con su concepción bucólica.

Por supuesto, recomendamos su lectura.

#EntreLibros.