Podrías pensar que convertirse en polvo nivelaría a todos los ciudadanos, anularía todas las disputas entre clases sociales y las tornaría fútiles, pero no. Incluso aquí la gente compite por su estatus.
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Podrías pensar que convertirse en polvo nivelaría a todos los ciudadanos, anularía todas las disputas entre clases sociales y las tornaría fútiles, pero no. Incluso aquí la gente compite por su estatus.
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Los muertos, me dijo cuando tuve la edad necesaria para entenderlo, te causan muchos menos problemas y rara vez quieren algo a cambio.
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El dolor no le molestaba, porque estaba dando vueltas sobre su propia vida, convirtiéndose en un cuento, su propio cuento de sangre y carne y hueso, y ella resistía porque los huesos recordaban todo. Ellos serían quienes la convocarían de nuevo.
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— Yo no soy una bruja —dije. — Eres una mujer, ¿no? |
La soledad era para aquellos que estaban rotos más allá de toda reparación.
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Le creí porque quise hacerlo: porque en mi interior había anhelo, amor, remordimiento y lo más destructivo de todo: esperanza.
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Viajaré tanto tiempo como sea preciso, contando mis historias, haciendo acopio de niños con los que pagar mi pasaje a través del oscuro sendero.
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No hay que pedir lo que uno cree que quiere porque, cuando lo tienes, nunca es como habías pensado.
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Hubo una vez una reina. Era hermosa como todas deben serlo, pero estaba triste como se supone que no debe estarlo. Su marido la amaba y quería tener hijos. Ella no.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?