Una novela sobre la adolescencia, sobre los silencios de los que están en esta edad y sobre las palabras que no se quieren decir porque hieren pero salen a borbotones de la boca, sobre la falta de comunicación. Y todo ésto lo veremos desde dos puntos de vista diferentes: el de un padre y su hija. La familia protagonista la componen el matrimonio formado por Javier, editor, y por Celia, médico, y sus hijos Inés, adolescente, y Roberto, el pequeño. Pero en un viaje a los Pirineos su vida tranquila y normal saltará por los aires, añadido a la complicada edad de Inés, en plena adolescencia. Veremos y sufriremos los conflictos entre ella y sus padres y su complicidad con su tía Clara, a la que adora, reflejando muy bien el autor las contradicciones de esta difícil edad, sus contestaciones fuera de tono, sus silencios y su encerrarse en sí mismos, pero también viviremos junto al padre los intentos de acercamiento a su hija, sus dudas sobre qué pasa, su dolor ante la actitud de Inés. Lo que sí he echado de menos es el punto de vista de l madre, que creo que también hubiera sido importante. Y todo ésto en una narración perfectamente hilada en la que tendremos constantes saltos temporales. |