Una lectura dura, cruda, que me hizo llorar en varias ocasiones. Pedro Simón nos habla de adolescencia, de culpa, de vidas truncadas, del valor de la familia. Narrado a dos voces por un padre e una hija (Javier e Inés) vamos conociendo la historia familiar cargada de momentos difíciles y de situaciones que a veces parecen no tener salida. Una lectura dura, pero muy recomendable. |