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En un mundo futuro sin asesinatos ni enfermedades y donde se puede rejuvenecer siempre que se quiera, es necesaria una figura para mantener el orden: los segadores. Para que no haya sobrepoblación, cada segador se encarga de elegir personas y matarlas, cada uno siguiendo sus propios métodos. En un mundo donde la vida es tranquila, perfecta, y una inteligencia artificial se encarga de todo, todos temen a los segadores. Entre ellos, Rowan y Citra, aunque muy pronto se verán involucrados con ellos. Este libro es maravilloso se mire por donde se mire. La idea del mundo que crea Neal Shusterman es simplemente brillante. Por supuesto, entre sus páginas, se encuentra una gran cantidad de crítica social hacia nuestro mundo; pero que eso no os intimide, porque la historia de los dos personajes principales y de todo lo que rodea a la Guadaña no se queda atrás. Más que una distopía, podríamos considerar Siega una utopía en toda regla (al menos, cuando comenzamos a leer sus páginas), con toda la complejidad que eso supone. El autor hace un trabajo brillante mostrando las religiones, creencias y problemas de este mundo ficticio, creando así una dualidad de visiones, donde es complicado posicionarse. Se me hace imposible hablar más allá de esto, porque creo que es una lectura que hay que coger sin saber mucho, para disfrutarla individualmente y para que sorprenda más. de todos modos, aún no he conocido, ni leído, ni he escuchado, a una sola persona que hable mal de este libro. Sin duda, es una historia que se te quedará dentro; de esas que desearías poder leer de cero, por primera vez, ocasión tras ocasión. |
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