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Para entrar en materia os pondré una mínima parte de la sinopsis: Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar. Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla? Es el primer libro de una tetralogia con una distopia que comienza de una forma increíble. La pluma te atrapa desde la primera página, los personajes tienen personalidades muy marcadas y distintas. Los amarás y los odiaras pero no querrás dejar de leer, se plantean dilemas morales que no te dejaran indiferente. Durante toda la historia el ritmo no decae y está lleno de giros que me han hecho sonreir o dejarme boquiabierta a partes iguales. El autor intercala los capítulos con entradas del diario de los personajes, te ayuda a conocer más su trasfondo. He adorado a Citra y a Rowan entre otros (prefiero no revelar más nombres ni detalles porque recomiendo ir a ciegas). El final me ha hecho sentir verdadera euforia. Sólo tengo un temor y es que alargar la historia durante 4 libros haga decaer el interés de la trama. El 4 sale en abril si no me equivoco. Si te gusta los juegos del hambre y en general las distopias que además toquen un tema tan actual como es la IA, sin duda este es tu libro. |
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