Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar. Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir. Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla? Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean. Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos. No quería terminar el año sin mancharme un poco más de sangre. Así que gracias a una buena amiga que me dejó esta trilogía, me he adentrado en este universo de fantasía, distopía, amor, filosofía... Alguien puede definir con una sola palabra este libro? A ver, que me enrollo como una persiana. Me ha gustado mucho, y eso que estoy fuera de mi zona de confort, porque a mí las fantasmadas y las novelas futuristas no me chistan mucho, pero se nota que mi ángel de los libros me conoce, y me hizo llegar este con muy buen ojo. Acabo este año que más que nefasto ha sido de resurgimiento y liberación, también con una novela que os hará sonreír más de una vez, y os hará pensar un "ale, a la mierda hombre ya!" otras tantas. Feliz Fin de Año a todos, y que los viajes a través de páginas nos sigan acompañando en cada momento |