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En un primer instante, la atracción que sentí por esta novela fue brutal. Y es que el argumento de Sed es de lo más atractivo y espeluznante. A partir de esta novela comencé a replantearme la idea de que algo así realmente podría ocurrir. Es decir, es bastante realista, tanto que según avanzas con la lectura se te ponen los pelos como escarpias y desearías tener una familia como la de Kelton. Kelton es un boy scout cuya familia siempre se ha estado preparando para una catástrofe, reuniendo recursos en un refugio en el que acudir en el caso de que el resto del mundo se fuera a la mierda. A ojos de Alyssa, su vecino Kelton es de lo más peculiar… y raro. Todo comienza cuando esta chica abre el grifo para encontrarse con que no fluye ni una gota de agua. Y es que el sur de California, que es donde viven los protagonistas de esta historia, lleva años sufriendo la llamada restricción, donde se prohibía rellenar las piscinas y los céspedes de los jardines de las casas; y quien desafiaba lo pactado, se enfrentaba a una irrisoria multa. Pero claro, el comportamiento de las personas sigue siendo y siempre ha sido como un rebaño de ovejas: lo que hacen unas, las otras van detrás. Y no lo digo yo, lo dice el padre de Kelton, que buena razón tiene. Porque el día que dejó de fluir el agua en los hogares de las personas, fue como si hubiera comenzado el apocalipsis. En cierto sentido, los primeros días no lo parece tanto. El raciocinio de las personas sigue siendo coherente y con sentido común. El primer día que dejó de fluir el agua, lo primero que hizo la familia de Alyssa fue ir al supermercado. Yo también lo habría hecho. Y mi madre. Y mis vecinos. Porque es lo primero que se te pasa por la cabeza, el ir a suministrarte y tener reservas suficientes hasta que pase lo que tenga que pasar. En este punto, haré un inciso. Porque esta novela me ha recordado al comportamiento que tienen las personas los días de fiestas y el día de antes “atracan” el supermercado. Es literal, porque yo lo he vivido. Eso de ir con mi madre, una víspera de fiesta, y encontrarnos con el supermercado medio vacío. O los sábados por la mañana de todas las semanas. La única palabra que tengo para estos casos es “increíble”. Y solo es un fin de semana o un festivo donde no van a poder ir a comprar en un par de días al super, ¿Qué pasaría si pasara algo semejante a lo que pasa en esta novela? Jesús, no quiero ni pensarlo. Los capítulos de Sed están estructurados en días y en partes, cada cual más escalofriante. También podemos apreciar el punto de vista de cada uno de los personajes que aparecen en la novela: Alyssa y Kelton, como protagonistas; Henry y Jacqui. Todos crecen y evolucionan a su manera. Pasan cosas muy feas, no os voy a mentir. Porque la gente literalmente está muriendo de sed. Sinceramente, durante el tiempo que he tardado en leer esta novela, veía el agua de otra manera: mientras fregaba los platos, rellenaba un vaso o me duchaba. Daba igual. La novela es potentemente concienciadora y creo que es el tipo de novelas que la gente debe leer de forma obligatoria, porque te cambia el punto de vista de manera radical. Enlace: http://laobsesiondenaya.blog.. |
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