Carmilla

Tras un octubre vampírico en el que volví a disfrutar de Drácula, y quise indagar en los orígenes del vampirismo con Polidori y su El vampiro, me tocaba seguir con otra novela corta, que podemos situar temporalmente entre las anteriormente mentadas, y que supuso una innovación literaria, por el hecho de estar protagonizada por dos mujeres, y por dejar entrever quizá una de las relaciones lésbicas más encubiertas de la literatura. Estamos hablando de Carmilla, del británico, Sheridan le Fanu, un relato que nació originalmente como parte de una antología del propio autor, “In a glass darkly” y que ha pasado a la historia como gran referente del género de terror y vampírico.
Narrada en primera persona, nos cuenta la historia de Laura, quien vive en un castillo en las montañas con su padre, atormentada por un extraño sueño infantil, sueño que se hará realidad al conocer a Carmilla, una misteriosa joven, a la que, tras un accidente en las inmediaciones del castillo, queda al cuidado de la familia de Laura. Resalta aquí el personaje de Carmilla, adquiriendo los tintes del vampiro moderno que ha trascendido hasta nuestros días, joven, guapa, seductora, enigmática.
A pesar de que por todos es conocido el hilo conductor de la historia, y que quizá el factor sorpresa esté más que reventado, no nos encontramos con una novela de terror al uso, si no con una novela agónica, inquietante, con un gran misterio que se va desgranando poco a poco. A salientar, la maravilla de ambientación y sus detalladas descripciones. Un escenario victoriano y romántico con ambientes lúgubres, oscuros y nocturnos, que la dotan de ese toque sobrenatural e inquietante que tan bien acompaña a la trama.
Novela de culto, de referencia e imprescindible para los amantes del género y totalmente recomendable para aquellos que se quieran acercar al horror más clásico. Una historia de terror gótico, super cortita y sencilla de leer, que os encantará, sin excepción.