Empezamos el año con gran clásico, uno de esos que todos hemos oído hablar. Lo he conocido a través de su formato en audiolibro, para cumplir con varios retos literarios (Booklistqueen #31: portada fea; 52 Week Book Club #20: historia de venganza; Reto pecera #50: un libro de la lista de las chicas Gilmore). Quizás el formato sonoro no era el mejor para disfrutarlo en condiciones, pero el cambio de personajes resultaba lioso, hasta el punto de que tuve que rebobinar varias veces, incluido el final, que me ha dejado algo indiferente.
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