Para mí, de las comedias de Shakespeare con las que más he disfrutado. Lectura ligera, donde el drama se mezcla con estados de ánimos y la pasión amorosa. Me lo leí tras terminar Romeo y Julieta y antes de tener Hamlet entre mis manos, por lo que supuso un aire fresco antes de enfrescarme en ese To be, or not to be, that is the question. |