Sigo con mi maratón de Luis Sepulveda con este afamado libro y puedo decir que me ha gustado muchísimo. Sí, sé que el libro está lleno de estereotipos (el blanco malo y el indio bueno) pero más allá del mensaje (a ratos excesivo) es cómo nos cuenta la historia. Y ahí es donde radica la belleza de este texto. Cómo la selva se nos describe prácticamente como el principal protagonista, más aún que Proaño. No dejaba de recordarme este personaje a otro de una afamada novela española, Don Cayo, de Miguel Delibes. Salvando las distancias culturales y de ubicación, al final los autores nos quieren contar prácticamente lo mismo. Sobrevive el más fuerte y no siempre ese es el que tiene más recursos a su alcance. |