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"-Bunu -susurré-, en Rumanía, ¿qué hay mas frío que el grifo del agua fría? -El grifo del agua caliente -sonrió-". 'Voy a traicionarte' Ruta Sepetys 2022 Maeva, 2022 311 páginas Álvaro Abella Hoy os traigo la mayor 'unpopular opinion' de todas las 'unpopular opinion' del mundo. He leído uno de los libros más hypeados por bookstagram y NO ME HA GUSTADO. Lo he acabado por cabezón, porque nunca dejo un libro a medias y porque en la segunda mitad el libro mejora algo. Pero la experiencia no ha sido demasiado satisfactoria. Y me da rabia porque la novela tiene todos los ingredientes para haberme enganchado. Ritmo frenético, historias humanas, capítulos cortos, plot twists y cliffhangers a porrillo... ¿Y por qué no te ha gustado?, diréis. Porque no me gusta que me vendan la moto, Ruta Sepetys. Y tu has intentado venderme tu moto desde la primera página, descuidando la historia y los personajes. Un error garrafal cuando lo que quieres escribir es una novela. Vamos con al argumento: La historia transcurre durante los últimos días previos a la caída del dictador Ceauşescu, en la Rumanía de 1989. En Europa, la caída de la URSS provoca un efecto dominó en el resto de regímenes comunistas, que van cayendo uno detrás de otro. Checoslovaquia, Hungría... pero el cambio parece que tarda en llegar a Rumanía. En ese contexto, en el de los últimos estertores de una dictadura criminal y podrida, un joven de 17 años recibe un encargo de la policía secreta para ejercer de informante, aunque eso suponga delatar a personas queridas de su entorno. El dilema moral que supone para el protagonista la aceptación de esta propuesta (una orden, mejor dicho) y el peligro que conlleva tanto colaborar como no colaborar con el régimen será el hilo conductor de la novela. Una vez leído el libro, me apena pensar que la propia autora ha destrozado el grandisimo potencial que tiene esta historia, que bien desarrollada podría haber sido una obra memorable. Me explico: Sepetys dedica buena parte de la novela a criticar el comunismo. de todas las formas posibles. En todos y cada uno de los capítulos, hasta el hastío y sin ningún tipo de filtro. Aquí veo yo la principal debilidad de la novela, porque intentar crear una historia de ficción en el que el propio comunismo es el personaje principal te lleva a descuidar a los personajes de carne y hueso (estereotipados, planos y sin ninguna profundidad) y que la historia se diluya como un azucarillo por falta de interés. En ningún momento he tenido la sensación de estar leyendo el punto de vista de un joven rumano luchando contra la dictadura, sino el punto de vista de una activista anticomunista estadounidense intentando convencerme de que el comunismo es malo. El resultado, aparte de provocarme un cabreo descomunal, es sacarme completamente de la historia. Me parece muy respetable que Sepetys haya querido escribir una obra de propaganda anticomunista, ningún problema al respecto, faltaría más, pero considero que debería haber escrito un ensayo y no disfrazar de obra de ficción histórica una novela cuyo único objetivo es hacernos ver lo malo que es para ti el comunismo. Para ello, Ruta nutre la historia de millones de estos tópicos a los que nos tienen acostumbrados los estadounidenses cuando algo no les gusta. de la misma manera que en las películas de Hollywood, cuando las escenas transcurren en México les aplican ese filtro color sepia, en la novela Sepetys no para de repetir hasta la saciedad que en la Rumanía de 1989 todo era gris, oscuro, tenebroso, nebuloso... Friendly reminder de que hasta en las dictaduras más salvajes existen los colores, sale el sol, la vida fluye y las personas no somos en blanco y negro. Es curioso cómo Sepetys, para criticar una dictadura cuyo sustento era la propaganda, utilice ella misma instrumentos de propaganda fácilmente identificables y alejados de lo que debería ser un lenguaje narrativo honesto. Imagino que este libro debió de ser un buen producto de consumo cuando se publicó en la anticomunista EEUU, pero desde mi perspectiva europea, me ha parecido una obra de propaganda mal escrita y sin ningún valor como obra de ficción. |
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