La conducta es visible, pero las razones de esa conducta no las puede explicar ni la propia persona.
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La conducta es visible, pero las razones de esa conducta no las puede explicar ni la propia persona.
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Con el tiempo, los buenos recuerdos, o bien se tergiversan, o bien se idealizan.
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Solo él era el responsable de perturbar su propia paz.
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Las heridas en su alma debieron de dejar cicatrices aún más profundas que las pruebas de violencia en su cuerpo.
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La memoria engaña. Hay hechos que uno cree que son imposibles de olvidar, pero justamente por eso los borramos por completo de la mente.
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Los nombres de personajes en un libro aparecen: