Supongamos que hay una habitación muy vieja. Esa habitación está llena de cosas que uno no quiere recordar y la puerta está cerrada con un gran candado.
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Supongamos que hay una habitación muy vieja. Esa habitación está llena de cosas que uno no quiere recordar y la puerta está cerrada con un gran candado.
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—Lo arrestamos, pero yo no estoy seguro de si realmente lo atrapamos. Me refiero a que encerramos su cuerpo, pero me da la impresión de que mentalmente sigue sumergido en un mundo donde no deja de matar.
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Dijo que las heridas convierten a las personas en monstruos
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Y ser consciente de que lo que estaban viendo eran hechos reales les advertía de que la crueldad del ser humano supera todo lo retratado en las películas de terror.
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Las heridas convierten a las personas en monstruos.
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Lo arrestamos, pero yo no estoy seguro de si realmente lo atrapamos. Me refiero a que encerramos su cuerpo, pero me da la impresión de que mentalmente sigue sumergido en un mundo donde no deja de matar.
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Nuestra mente recuerda solo lo que quiere recordar. Lo que puede soportar.
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Nadie nace porque quiere, pero vivir o dejar de hacerlo des algo que depende de la voluntad de cada uno.
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En mi caso, estoy viviendo los momentos más terribles de mi vida como si fueran una eternidad y lo peor es que se repiten. [... ] Se repiten sin fin dentro de mí.
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Sin embargo, a unos pasos de la muerte se daba cuenta de que la muerte no era la oscuridad absoluta, sino un apagón momentáneo.
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Los nombres de personajes en un libro aparecen: