Aquitania

He leído la mayor parte de las novelas de esta autora (me faltarían la segunda y la tercera entrega de la saga de los longevos) y, en general, todas me han gustado mucho (especialmente la trilogía de Kraken). Además, me gusta la novela histórica y Leonor de Aquitania es uno de mis personajes históricos favoritos desde que leí una novela sobre ella escrita sobre Jean Plaidy. Por eso, me hizo ilusión que fuese la ganadora del premio Planeta 2020 y empecé a leerla con muchas ganas.

La novela comienza en 1137 cuando el duque de Aquitania, padre de Leonor, muere en Santiago de Compostela. Su hija Leonor hereda el ducado, el más rico de Francia. Ella está convencida de que su padre ha sido hecho asesinar por el rey de Francia y por ello y por vengarse de algo que a ella le hicieron cuando tenía ocho años, decide casarse con el hijo del rey y futuro rey de Francia, Luy. En una curiosa venganza, lo que pretende es parir muchos hijos y poner a aquitanos en el trono de Francia.

Por su parte, Luy –el que será Luy o Louis VII- es un joven que hubiese querido dedicarse a la iglesia pero al que la muerte de su hermano mayor ha convertido en heredero al trono. No desea casarse con Leonor, una joven con fama de aguerrida y luchadora, pues sabe que no podrá con ella pero su padre le obliga a ello mediante amenazas.

El día de la boda el rey Luy VI, el Gordo, muere. Las circunstancias de su muerte son muy similares a las concurrentes en la muerte del padre de Leonor y ésta tiene que cambiar de idea: ahora se trata de averiguar a quién le puede beneficiar que el duque de Aquitania y el rey de Francia mueran y sus hijos hereden el trono. Ayudada por su red de espías, los conocidos como gatos aquitanos, Eleanor intentará averiguar quién es el verdadero asesino.

Como he comentado al principio, Leonor de Aquitania es un personaje histórico que me llama la atención desde que leí un libro sobre ella escrito por una autora que, en aquel momento, me gustaba mucho. Se trataba de Victoria Holt (pseudónimo de una escritora super prolífica que escribía con otros nombres como Jean Plaidy o Philippa Carr). No consigo recordar el título de esa novela que, además, leí (y más o menos medio entendí) con el medio inglés que yo tenía por entonces y, probablemente, más que de Leonor hablase de su segundo marido, rey de Inglaterra. Pero yo me quedé con el personaje, que me pareció sumamente atractivo.

Por eso, empecé la lectura de esta novela con muchas ganas de aprender cosas sobre Leonor, la duquesa de Aquitania que vivió durante el siglo XII y consiguió ser reina primero de Francia y luego de Inglaterra. Una mujer con una vida muy larga (más de ochenta años) y llena de sucesos. Sin duda, su vida da para una novela y para muchas más. He de decir que no me ha disgustado pero tampoco han quedado del todo cubiertas mis expectativas. Quizás era demasiado pedir sintetizar la vida de esta mujer que tanto vivió en tan sólo una novela de cuatrocientas páginas y por eso la autora ha elegido hablar tan sólo de sus primeros años pero a mí eso me ha dejado un poco a medias. Creo que se pierde un poco con el tema “misterioso”. No sé qué puede haber de cierto en la posibilidad de que Guillermo de Aquitania y Luis VI de Francia fueran asesinados; me da que es algo que ha salido de la imaginación de la autora y, si bien reconozco que une bien las dos muertes y el posible motivo y asesino, a mí este tema me ha sobrado. Y aún me ha sobrado más una de las subtramas, la del “niño”, que transcurre unos años antes de los hechos. Creo que se le dedican demasiadas páginas a unos hechos ficticios cuando la realidad histórica era, para mí, mucho más interesante. Es una cuestión totalmente personal, sin duda: me gusta la novela histórica y no necesito que se “aliñe” con tramas de misterio o de otro tipo. Yo hubiese preferido que se centrase en Leonor y Luis, dos personajes muy interesantes por sí solos y se dejase de subtramas que, en mi caso, no me han aportado nada. Sí que me han resultado entretenidas y sí que considero que estos hechos ficticios están bien engarzados con los reales pero, aún así, repito, me hubiese gustado más la historia pura y dura. Quizás por mi preferencia por Leonor, quién sabe…

La novela alterna tres puntos de vista: el de Leonor, el de Luy y el de “el niño” pero mientras que en los dos primeros casos son los propios protagonistas los que los narran en primera persona, en el tercero es una narrador omnisciente. En los dos primeros casos se alterna el presente con el pasado; aunque la mayor parte de los hechos ocurren desde el momento de la muerte de Guillermo de Aquitania y desde aquí van avanzando, tanto Leonor como Luy nos cuentan cosas de su pasado a través de algunos capítulos en flashback. En el caso de “el niño”, en cambio, su trama empieza en el pasado, unos cuantos años del momento en el que los protagonistas contraen matrimonio, y va avanzando a través de los años.

Son bastantes los personajes que pueblan esta novela; la mayoría reales, históricos, pero también hay algunos ficticios. Los que mejor caracterizados están son, obviamente, los dos protagonistas, pero también hay otros interesantes como Bernardo de Claraval o Suger, abad de Saint Denis. A Leonor se le caracteriza como una joven fuerte e indomable o, al menos, eso se nos quiere hacer creer pero a mí me ha parecido que le cuesta sacar su genio, su carácter; su personaje me ha quedado un poco cojo, no sé bien por qué. Más me ha convencido cómo caracteriza al rey, es un personaje que me ha resultado más creíble.

La novela se estructura en cuatro grandes partes, subdivididas a su vez en capítulos. En la primera se nos habla de la infancia de Leonor y su boda con Luy; en la segunda conoceremos la vida de los esposos y sus intentos por ser padres; en la tercera Leonor empieza a coger las riendas de su vida y de su reino mientras que en la cuarta se resuelven todos los misterios e interrogantes que se habían ido planteando a lo largo de la novela. Eva combina la narración con el diálogo, logrando una novela de fácil lectura y de ritmo medio-alto. Pasan bastantes cosas y la alternancia de narradores, personajes y escenas hacen que no decaiga el interés.

Conclusión final

Si bien es cierto que me esperaba más de esta novela y que como novela histórica se me ha quedado un poco corta, también lo es que me ha resultado entretenida y que la he disfrutado bastante. al introducir elementos ficticios y “misteriosos”, la autora consigue una novela de ficción histórica apta para todo público, también para los no aficionados al género.

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